El mito de Eco. (Versión demasiado libre)
Si a tu única hija la cristianas con el nombre de Escolástica, como su bisabuela, no esperes rematar la vejez en una residencia digna, eso tenlo claro, por más que trates de enmendar el desliz, llamándola Eco en la intimidad. La chica es guapa, divertida, sociable y, sobre todo, comunicativa, mucho, demasiado, en exceso, no calla ni debajo del agua,…